La sagrada escritura de una pluma, antigua escritura,
tintero en mano, en rojo sangre escribe las peores dolencias. Pobre pluma,
derrama sangre en un pergamino tieso ¡Hace tanto tiempo de eso! El pergamino
recibe palabras desgarrantes y deja de quejarse por un momento.
Cenizas caen, el café mancha el pequeño papel y una
mano lo arranca. El papel yace arrugado en un basurero y en el las palabras que
nunca se entendieron...
12 de mayo de 2006
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